El dolor de cuello está relacionado con actividades diarias que nos llevan a tener una mala postura o incluso por dormir de forma incorrecta, presentando síntomas como tensión, hormigueo y dificultad para mover la cabeza. Conoce cómo tratar el dolor de cuello y otros dolores musculares con Flanax®.
Los antiinflamatorios con naproxeno sódico de Flanax® son ideales para el dolor de cuello y otros dolores musculares. Complementados con otras medidas como el reposo y los estiramientos, pueden ayudar a aliviar el malestar.
Experimentar dolor de cuello al despertar es más que una molestia común y su relación con los dolores musculares es innegable. El dolor cervical o dolor de cuello es la molestia que existe cuando cualquiera de los músculos, nervios, vértebras o articulaciones que componen nuestro cuello sufre una alteración.
Síntomas del dolor de cuello
Conocido también como síndrome del oficinista, este tipo de dolor desencadena síntomas molestos, como el aumento gradual del dolor al mantenerlo en una posición constante, entre estos otros:
- Sensación de pellizcos u hormigueo en ciertas zonas del cuello.
- Sensación de tensión o rigidez en la zona.
- Incapacidad o dificultad para mover o girar la cabeza.
Adoptar hábitos como mantener una buena postura, realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de los músculos, así como buscar orientación de profesionales de la salud, contribuyen a evitar la frecuencia de este malestar.
Causas del dolor de cuello
El dolor de cuello es un malestar que puede originarse de diversas razones, desde posturas incorrectas hasta algunas lesiones. Entender a fondo las causas del dolor de cuello es importante para abordarlo de manera efectiva y prevenir su frecuencia.
Las causas más comunes son:
- Malas posturas: Adoptar posturas incorrectas al caminar o estar sentado puede generar tensiones en los músculos del cuello, ocasionando dolor, e incluso afectando la espalda.
- Posición del cuello: Mantener el cuello en posición baja (agachado) o en posición alta durante periodos prolongados puede ocasionar rigidez y malestar, afectando la movilidad del cuello.
- Postura al dormir: Dormir de forma incorrecta, ya sea por una mala almohada o una posición incómoda, puede ser un factor desencadenante del dolor cervical.
- Movimientos bruscos: Torcer y girar el cuello de manera abrupta, especialmente sin calentamiento previo, aumenta el riesgo de lesiones musculares y articulares.
- Levantamiento incorrecto: Alzar objetos demasiado pesados con una mala postura o rápidamente puede generar una carga adicional en el cuello, provocando molestias y dolor.
- Bruxismo: El hábito de hacer fricción con los dientes, conocido como bruxismo, puede generar tensión en la mandíbula y extenderse hacia el cuello, contribuyendo al dolor.
- Algún tipo de caída o accidentes.
Identificar las causas específicas del dolor de cuello es esencial para adoptar medidas preventivas. La corrección de posturas en actividades diarias, así como la incorporación de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para los músculos del cuello y la espalda puede marcar la diferencia para evitar tensiones innecesarias.
Antiinflamatorios para el tratamiento del dolor de cuello
Como puedes ver, la gran mayoría de las causas del dolor de cuello son asociadas por malas posturas al realizar nuestras actividades diarias, y puede abordarse de manera efectiva mediante cuidados específicos. Si experimentas este tipo de dolor y las causas son de menor gravedad, sigue estos consejos para aliviarlo:
- Analgesia prolongada con Flanax®: Para aliviar los dolores musculares causados por distensiones o golpes leves, considera tomar un analgésico de acción prolongada como Flanax®. Su versión de Flanax® 550 ofrece un efecto de larga duración, brindando hasta 24 horas de alivio con una sola tableta.
- Reposo y reducción de actividad física: Suspender actividades físicas intensas contribuye a reducir la inflamación, permitiendo que los músculos del cuello se recuperen de manera más efectiva.
- Movimientos controlados y estiramientos: Realiza movimientos lentos y suaves, así como estiramientos de arriba hacia abajo o de un lado a otro. Estos movimientos contribuyen a la flexibilidad y alivian la tensión en el cuello.
- Terapia de frío y calor: Aplica un poco de hielo y altérnalo con compresas de agua caliente en la zona afectada, esto puede ayudar a reducir la inflamación y proporcionar alivio.
- Masajes terapéuticos: Aplica masajes suaves para reducir la tensión en el cuello y sus alrededores, aliviando el malestar muscular.
Si sufriste de un golpe de alto impacto o si el dolor persiste, es fundamental consultar a un médico. Solo un profesional de la salud puede ofrecer un tratamiento efectivo y personalizado.
Fuentes de referencia: